Así como la disciplina y las consecuencias son fundamentales en los
procesos formativos de nuestros hijos, es importante que con nuestro ejemplo
brindemos las actitudes que esperamos que ellos fortalezcan. A Einstein se le
atribuye la siguiente definición de locura: “Hacer lo mismo una y otra vez,
esperando resultados diferentes”, lo que necesariamente nos lleva a
cuestionarnos sobre lo que podemos hacer (cambiar) para lograr cambios en
conductas que no queremos ver en nuestros hijos. Aquí les compartimos algunas
situaciones que nos invitan a cambiar, para lograr de nuestros hijos mejores
seres humanos. Con seguridad ustedes encontrarán muchas otras que harán del ejercicio
de ser padre-madre, un reto en la formación de nuestros niños y niñas.
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