Continuando con nuestros mensajes en torno al Sexting, es muy
importante este segundo punto. No todo adolescente llega a la instancia de
tomarse una foto desnudo (a) y compartirla, sin embargo, si es mucho más
sencillo, que si me la enviaron a mí, decida enviarla a algunos de mis
contactos. Existen múltiples razones, si la foto llegó al adolescente
directamente de la persona que se fotografió, alguna pelea o discusión puede
desatar la venganza que me lleve a compartirla. Incluso sencillamente, el hecho
de compartir el “logro” o ganar cercanía con otra persona puede llevarlo a
mostrar estas imágenes por vía electrónica. Como razones hay tantas, lo más
sensato es no llegar a tomarse tan siquiera una fotografía de este tipo, sin
embargo ¿qué hacer cuando la foto llega a mí? Lo más adecuado según
especialistas en el tema, como el portal páginas amigas, es eliminar la imagen
de inmediato y compartir la información de lo ocurrido con un adulto de
confianza, con el objetivo de buscar que la situación no se propague.
Colegio Abraham Lincoln
Colegio Abraham Lincoln
jueves, 8 de mayo de 2014
viernes, 2 de mayo de 2014
Sexting… No lo produzca
Hace ya algún tiempo la revista semana publicó el artículo “La pruebita
de amor” que lejos de sonar desactualizado, cada día es más vigente. Una
tendencia adolescente viene propagándose en muchas partes del mundo hace ya algunos
años: se trata del envío o intercambio de fotografías de sí mismos, o de sus
compañeros desnudos. A esto se le conoce como sexting y tiene implicaciones muy
trascendentales en el proceso de formación de los jóvenes y su socialización,
ya que una vez una imagen de estas, está en internet, se hace totalmente
pública e inmanejable, y este fenómeno afecta de manera considerable la
autoestima de las personas afectadas. En el colegio venimos trabajando en tres
acuerdos importantes para evitar este peligro:
1. No lo produzcas.
2. No lo transmitas.
3. No lo provoques.
Iniciaremos con el primero: No lo produzcas. Es importante dar claridad
que una vez enviamos un archivo o imagen desde un computador, celular u otro
dispositivo, perdemos el control del mismo, ya que inicia un proceso de
difusión que puede terminar en la persona a la que lo enviamos, o podría llegar
a una cantidad inmanejable de personas.
A continuación el artículo de la revista semana y un video que nos
ilustra la temática.
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